Enclavado en el Valle del Nansa en Cantabria y en la población del mismo nombre el Barranco de Tudanca tiene mas bien poco interés, pa coleccionistas como dicen. Tres rapeles en rampa, el mayor de unos 25 mtrs antes de tributar al Nansa y una buena caminata de regreso hasta el pueblo con un solo coche. Lo que mas deslucio el descenso fue la gran cantidad de bicho muerto que había con su consiguiente olor.