jueves, 24 de febrero de 2011

Falsificaciones PETZL.

Gastaros los durillos, no seáis ruines y no vayáis a los chinos a compraros los jumar, que luego os matais!!!




martes, 22 de febrero de 2011

Aventuras y desventuras de unos barranquistas en febrero. Hoz de las Escaleras, Argovejo. León.

Cuando te gusta una cosa, te gusta. Te da igual el frío que haga, la nieve que halla, que amenacen lluvia o lo que sea, lo importante es, salir al monte y disfrutar de nuestra naturaleza. Y así hicimos este pasado fin de semana Javi(Rompe), David(Polacu o DJ K-gas depende en que ambiente se encuentre), Loren, Alvaro y un servidor. Nos desplazamos hasta la localidad de Argovejo, casi a mitad de camino entre Cistierna y Riaño, para descender la hoz de las Escaleras. Deportivamente esta hoz no tiene gran interés, pero el excepcional entorno donde se encuentra, la gran cantidad de nieve y la buenísima compañía, hizo que todos disfrutásemos como niños, de un gran día.

Acceso: Desde la carretera N-621, dirección Cistierna-Riaño, llegamos al pueblo de Crémenes. Justo antes de acabar el pueblo, tomamos el desvío a la derecha, dirección Argovejo. Rápidamente cruzamos un puente sobre el Esla. Tras algo más de 2km llegamos a Argovejo. Atravesamos el pueblo, cruzando el río en una plaza y llegando hasta otro puente con unas compuertas de madera, lugar donde estacionaremos el único vehículo que sera necesario para realizar la actividad.
Saliendo de Argovejo.
Aproximación: (1h-1,5h) Desde el lugar donde hemos aparcado, continuamos por una pista, remontando el río por nuestra derecha. A unos 250m del pueblo el camino se bifurca, tomando el ramal de la derecha hacia el valle que se abre en esta dirección. Continuamos unos 800m por este camino, hasta que tenemos la opción de cruzar el río por un puente de hormigón y ascender un poquito hasta atravesar una pequeña hoz, que forma el arroyo que luego vamos ha descender.
Atravesando la hoz.
Continuamos por la derecha del río según ascendemos, hasta encontrar un lugar caracteristo, formado por una piedra rectangular apoyada en otras dos, en forma de altar. En este lugar cruzaremos el arroyo y comenzaremos el ascenso entre las hayas, junto a una cresta rocosa que nos acompañara a nuestra derecha.
 Vista de la hoz desde el camino de aproximación.
 Llegamos a un punto donde finaliza el hayedo, y obtenemos una visión de parte de la hoz. Debemos ahora, continuar poco a poco ganando altura, con el objetivo de alcanzar una collada que nos permita sortear el desfiladero, hasta una canal que nos conduce nuevamente al cauce del río.
Camino de aproximación.
La verdad es que en pocas aproximaciones hemos disfrutado tanto como en esta. No solo por el lugar, de gran belleza, que transmite la agradable sensación de ser un rincón perdido y muy poco transitado. Si no también por las condiciones que pillamos de "alpinobarranquismo", que en algún momento nos hizo lamentar que los piolets, no estén entre el equipamiento habitual de un barranquero.
David "El Polacu" habriendo huella.
Descenso: El descenso por si solo, carece de interés deportivo, es conjugandolo con el encanto del lugar donde gana en atractivo. Solamente encontraremos dos resaltes rapelables, ambos con anclajes naturales, siendo el mayor de unos 7m.
Comienzo de la parte mejor excavada.

Podemos plantear la actividad, más como un agradable paseo, que como barranquismo. Más aún si lo realizamos en verano ya que el arroyo llega a secarse, siendo utilizada la estrechura, por los ganaderos y gente del lugar, que ayudados por cuerdas fijas, la utilizan, para acceder facilmente al valle de Tejedo.
Lorenzo, buscando el paso entre la nieve.
 Retorno: (20min) Lo realizaremos por el mismo camino de la aproximación.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Reencuentro con la roca.

Las previsiones meteorológicas eran inmejorables para el fin de semana, y tras varias dudas existenciales de última hora, como: ¿donde vamos?, ¿Qué vamos ha hacer?, ¿cogemos el orujo de higos o el de ciruelas?. Unanimemente, los tres: "el Rompe", "el Polaco" y un servidor, decidimos tener un finde de reencuentro con la roca. Y de que manera, ni más ni menos, que visitando las Peñas del Prado para intentar escalar la vía "Lago de Luna", y digo
intentar porque como es usual en nuestro grupo, empezamos en día sin forzar, es decir; que si no madrugo mucho; que si espera que nos comemos un "preñau"; que si nos hemos saltado el cruce y por aquí no era; etc, etc... .Y como es lógico, nos tuvimos que retirar a falta de un par de largos para concluir la vía, para evitar hacer el descenso de noche y como también es normal en nosotros, con un solo frontal.
  El "Polacu" antes de empezar la via.
 "Rompe" en el primer largo.
 El "Polacu" escalando descalzo para no desgastar los gatos.
 Impresionante puesta de sol en la pared.
Al día siguiente pequeño paseo por Vegarada, y nos fuimos a "apretar" un poquito a la escuela de escalada deportiva de Peña Corada, al igual que las Peñas del Prado en León.
Heme aquí, dándolo todo.