Barranco de la Fuente. |
Como de costumbre empezamos sin forzar, a la una del medio día echamos a andar. Lo que se supone que iba a ser un paseo para bajar hasta el inicio del barranco se convirtió en el descenso del barranco de la Fuente, que es parte de la cabecera del Infierno. Tuvimos que cambiar cordinos, reforzar reuniones compuestas por clavos etc... total que cuando llegamos al inicio de nuestro objetivo eran las 6 de la tarde, no teníamos cobertura para avisar de que se alargaría el tema y ya que teníamos un sendero que nos sacaba del infierno, decidimos con cordura, dejarlo para otro dia. Comenzaríamos en el punto donde lo habíamos dejado. El sendero nos dejó en el pueblo de Ifonche en apenas 20min. Bueno... por lo menos conocimos la aproximación adecuada, al día siguiente volveríamos, iba a ser coser y cantar. Llamadita a un taxi desde Ifonche y para casa.
Un día infernal:
Primera señal. ¿Dónde esta el material? El día comienza temprano para algunas, Mery y Laura han quedado para ir a bucear al sur de la isla. Nuestra base de operaciones esta en Charco del Pino un tipico pueblo canario, más o menos en el centro de la Isla donde mis cuñados nos dejaron una casa para pasar las vacaciones. Antes de que se marchasen las chicas, abro el ojo y desde la cama la pregunto a Mery, ¿Habéis Bajado el material de barrancos de la furgo? a lo que ella me responde; si lo ha bajado Lorenzo. Vuelvo a cerrar el ojo que tanto me había costado abrir. Al rato, los más dormilones nos levantamos. Después de desayunar nos disponemos a preparar el material...ehh... el material... ¿el material? Loren ¿No lo habías bajado tu de la furgo? Sí pero, baje mi camiseta, luego apareció una araña muy grande, casi me pica, me distrai, se me olvidó, no me acorde y bueno...no tenemos material!!! Por suerte las chicas todavía no habían salido y una hora después estamos en casa de nuevo con el material.
Segunda señal. Joder por aqui no era!!! Volvemos a casa después de ir a buscar el material a Puerto Colón, para recoger a Javi y Marta ya que nos tenían que acercar hasta Ifonche para luego ellos irse a escalar a Taganana. Como estamos sobrados, no cogemos mapa, total como el día anterior nos había bajado un taxista nos acordaríamos de como se va a Ifonche desde Charco del Pino. ¡Sí! ¡sí! acordarnos, ¡¡los huevos!! Después de casi otra hora dando vueltas por las laberínticas y sinuosas carreteras tinerfeñas por fin encontramos Ifonche. Loren y yo nos bajamos del coche más mareados que un pato en navidad.
Se aprecia perfectamente en esta foto la cara de congrios que tenemos tras una hora de curvas. |
Primera parte vertical del barranco. |
Las siguientes. Como de costumbre cuando queremos empezar el barranco es más de mediodía. Comenzamos con el cielo algo nuboso pero con predominio del sol. Descendemos los primeros 5 rapeles encadenados, súper esteticos, conformados por una sucesión de pozas colgadas siendo el mayor rapel el último, de unos 40m, depositándonos este, en un gran circo donde el barranco parece abrir un poco. Echamos a andar por el cauce del barranco sin marcha atrás posible. Las zarzas y la vegetación dificultan enormemente nuestro avance teniéndonos que ayudar con palos para poder abrirnos paso entre la agobiante espesura. Casi sin darnos cuenta nos encontramos envueltos por la niebla que unida a la densa vegetación, confiere al lugar un lúgubre aspecto. Esto unido a la humedad del ambiente y la alta temperatura crea en nosotros una extraña sensación de sofoco. Nos parece estar en una jungla de Borneo y no en Tenerife.
Primera parte vertical del barranco. |
La niebla hacía acto de presencia. |
-Ostia, yo creo que se te ha caído algo de la seta-
-No sé, yo no he oído nada-
Miramos por si acaso y no vemos nada entre la vegetación de la repisa en la que nos encontramos. No se si por las ganas de llegar al suelo o por los nervios del momento, pero soy tan listo que no se me ocurre mirar haber si faltaba algo.
Primera cascada 100mtr. |
Ahora la vegetación es mas espesa que nunca y nos obliga a caminar de cuclillas por debajo de una bóveda de zarzas que apenas se deja atravesar por la luz del sol. Tenemos que atravesar varias pozas cubiertas de plantas acuáticas de superficie. Da asta miedo cruzarlas, parece que de un momento a otro nos va a atacar un cocodrilo. Por fin llegamos a la gran cascada.
Bajo la bóveda de zarzas. |
Cabecera de la gran cascada. |
Desapareciendo en el agujero del infierno. |
Bajando Lorenzo |
Panoramica a 50mtr del suelo. |
Llegamos al siguiente resalte. Es un rapel que nos deja en una poza colgada, después de la cual continua la vertical. Intentaremos bajar hasta la poza haber si tiene instalación y luego ya veremos. Es difícil con la luz de los frontales calcular cuentos metros tiene el rapel. La instalación esta arriba a la izquierda, colacamos la cuerda de 15mtr, la tiramos...
- Puff!! yo creo que no llega -
- yo creo que tampoco -
Observamos bien el lugar y decidimos destrepar un poco por la derecha, hasta donde hay un pequeño bloque empotrado y colocar un anillo de cinta sobre este, lo cual, nos permitiría ganar unos metros. Pasamos la cuerda por un mallion unido al anillo, la lanzamos y esta vez pensamos que si llega, pero por si acaso hacemos otro ocho triple con los otros 5mtr de cuerda que tenemos. Baja primero Lorenzo y me confirma lo que no quería oír, la poza no tiene instalación y la cuerda no llegan hasta abajo. Bueno algo se nos ocurrirá. Bajo y sin recoger la cuerda nos ponemos a buscar alguna fisura por los laterales donde meter algún clavo y... bingo!!! Por primera vez el infierno nos da un respiro, al parecer hace muuuuchos años alguien también se ha tenido que bajar desde esa poza dejando un par de fantásticos clavos que nos vienen "como picha al culo". Pero el infierno, donde las da las toma, y cuando tiramos del cordelette, este no viene. Ya no sabemos si reír o llorar, no puede ser!!! otra mas!! NOOOOOOOO!!!!! Esta vez latigueando la cuerda conseguimos con esfuerzo recuperarla, menos mal.
Instalamos el siguiente rapel en los clavos, lanzamos la cuerda y esta vez llega sin problema. Bajo yo primero y cuando llego al suelo y atravieso la poza, veo al otro lado de la gran sala en la que nos encontramos una pasarela para los andarines visitantes del barranco. SIIIII!!! pego un grito de alegria ESTAMOS FUERAAAAA!!!!.
Oigo otro grito a mi espalda pero no es precisamente de alegría. LA CUERDA SE ROMPE!!! Grita Lorenzo. Me quedo mudo, aguantando la respiración, mirando como Loren rapela a toda velocidad los últimos metros que le separan del agua. El Infierno no nos iba a dejar marchar sin darnos otro sobresalto, Lorenzo llega al suelo sin problema. Cuando recogemos la cuerda, la camisa se había roto completamente dejando al descubierto 30cm de alma, pero por fin estábamos fuera. Nos abrazamos de alegría, habíamos conseguido salir del infierno eso si muy a su pesar.
De lo bueno y de lo malo se aprende y nosotros aprendimos ese día, que siempre, cuando haces este tipo de actividades hay algo impredecible que hace de este deporte realmente un deporte arriesgado. Pero el conocimiento de técnicas y contar con el material adecuado hace que ese riesgo que debemos de intentar siempre tener bajo control, se reduzca a esa parte que nadie podemos controlar, que es el medio en el que nos movemos y la naturaleza en sí. Nos hemos roto la cabeza intentando buscar una explicación al enganchón de las cuerdas y no lo tenemos para nada claro. Quizás el nudo se trabó en la instalación, quizás en una grieta. No lo sabemos, pero lo que tenemos claro que la próxima vez que nos enfrentemos a una vertical así, pondremos más cuidado si cabe.
Desde aquí quiero pedir disculpas a Laura y Maria, por las horas de incertidumbre y preocupación que las hicimos sufrir, pendientes de esos locos a los que quieren y que después de hacerse de noche no daban señales de vida. Gracias por aguantarnos.