Una de las pocas cosas, deportivamente hablando, que me han permitido hacer tantas celebraciones familiares, fiestas y festivales durante este mes de agosto ha sido el descender junto a mis primos Juanmi, Laura y mi cuñado Miguel el rio Navedo un divertido barranco de iniciación plagado de toboganes y con un salto final de unos 9m capaz de acelerar cualquier corazón. También esa misma mañana junto a Mery y nuestros sobrinos canarios, Sami, Bleras y Miranda, pudimos disfrutar el descenso que realizamos en canoa del rio Deva, los niños no acostumbrados a tanta cantidad de agua dulce junta disfrutaron como lo que son: enanos jeje, Mery y Yo sin serlo también lo hicimos. Pena que no tengamos fotos de las canoas, ya que parece ser, que desde que tengo la nueva cámara sumergible de Canon me ha entrado una especie de amnesia que me impide acordarme de que la tengo que coger de casa para sacarla al monte, inexplicable.